lunes, 3 de septiembre de 2007

la ciudad política (y territorial)



En los últimos días tengo una fijación con Caracas. Trato de verla a la distancia, literal y metafórica, pero casi no puedo. Supongo que eso ocurre con los parroquianos de todas las ciudades: para un londinense es casi sacrílego tomarse fotos en la plaza de Trafalgar, por ejemplo... También será difícil encontrar un caraqueño tomándose fotos en la Plaza Bolívar o en la Plaza Altamira, mucho menos en la avenida Baralt, donde pocos se atreverán a sacar la camarita del celular...
Cuando uno “conoce” su espacio circundante cuesta verlo con ojos de turista. Sin embargo, en el intento he logrado ver más allá de mis narices, y no me gustó lo que encontré...
La ciudad-política aplasta a la ciudad inclusiva. Eso no es nada nuevo: hay quienes se mueven en carros y nunca han tomado un transporte público, hay quienes nunca han visitado zonas populares por, totalmente entendible, miedo, pero hay quienes tampoco se lo han propuesto como ejercicio para ver que hay más allá de la burbuja de cristal. Ojo: también están los que nunca han bajado del barrio...y en esa fractura los políticos han hecho su parte, sobre todo en los últimos tiempos donde casi nos obligan a tomar posición a favor o en contra de.. o, peor aun, a transitar por espacios que intentan demarcar.
Parece tonto pero no lo es. Por los meses de junio o julio me causaron curiosidad los pendones-anuncios azules que se instalaron a lo largo de la Avenida Francisco de Miranda de Caracas, municipio Chacao, alcalde opositor, odiado por el Gobierno y sus seguidores. Los pendones, que ya llevan meses (y creo que se quedarán por rato laaargo o mientras dure el nuevo proceso de reforma constitucional que paradójicamente lleva adelante el presidente Chávez, crítico acérrimo del reformismo), tienen inscripciones por decir lo menos, “provocadoras” como democracia, libertad, vida que por estos tiempos, en Caracas, parecen antónimo del socialismo oficialista. A mi juicio resultan totalmente innecesarios porque es caer en un juego que ya debió haber sido superado. Me suena a propaganda vacía, al igual que los pendones que en respuesta efectiva (ojalá recogieran la basura así de inmediato) se pusieron en el municipio Libertador de Caracas, alcalde oficialista, odiado por los opositores, máximo provocador. En este caso los pendones, rojos por supuesto, dicen , así separado, Patria, luego Socialismo y luego el temible O Muerte (no recuerdo si está el venceremos).
Espero que los ciudadanos podamos estar por encima de ese proselitismo hueco y que podamos ver pendones sobre otros temas más interesantes, pero no evadiendo lo político, no, por supuesto que no (y menos ahora con estos cambios que se nos avecinan y nos vienen encima) pero sí que la propaganda no intervenga tan agresivamente en los espacios en que nos movemos...

4 comentarios:

ivan_gonzalez dijo...

Sara me encanta como escribes y el provecho que le sacas a una ciudad tan horrible como Caracas. Lo ayuda a uno a reconciliarse con la ciudad donde se vive. Eso sí, me molesta que intentes quedar bien con Dios y con el Diablo y que además obvies los nombres del par de alcaldes fachos Leopoldo López y Juan Barreto, ambos cortados con tijeras similares. Me alegra tu ironía, me hace feliz, me reconforta saber que uno puede reírse de este absurdo en el que vivimos. También apoyo tu crítica de los pendones. Este país es un gran Fashion Mall. Aquí todo se maquilla, se "parapetea", una pelea de niños en el recreo del colegio. Tu pones pendones, yo pongo pendones, nosotros ponemos pendones, ustedes ponen pendones, ellos ponen pendones y así vamos conjugando tus errores y los míos. Nadie los acepta ni corrige.

Zinnia dijo...

no el "venceremos" no está por ningún lado... justamente el pendoncito de "o muerte" hizo que reparara en los pendocitos de "vida" de chacao. Particularmente me "revientan" ambos

¿Qué es esto? dijo...

Sara, querida, paso a saludar. Ya que no te veo, al menos te leo. Así que sigue escribiendo. Abrazos caraqueños y sin carteles.

JRD dijo...

Epa joven. La frase "y va a llegar un demonio atómico y nos va a limpiar..." no es del Héctor sino de un "Chiquitín" García. La pronunció primero que nadie Pedro Pellín Rodríguez, de El Gran Combo, en la canción "Acángana".

Y na. Una excusa pa venir a saludar.