lunes, 21 de mayo de 2007

Postales

La incertidumbre de la espera, el palpitar incontrolable, las ganas de saber de alguien que está lejos... sensaciones que fueron eliminadas por la inmediatez y la facilidad que ofrece el correo electrónico. Internet fulminó el romanticismo y la magia de ese "esperar noticias" de la gente que viaja. Todo se cuenta en un satiamén y hasta "en vivo" cuando se recurre al chat.
Yo sigo apostando por las postales de viaje, esa señal reveladora y breve que evoca un pasado cercano, que abre paso a la imaginación una vez que llega, una vez que surge la pregunta ¿Dónde estará ahora? Y uno en casa leyendo la nota, viendo la foto y pensando...
Trato de enviar postales cuando salgo de Venezuela y a pesar de Ipostel (nuestro maravilloso servicio de correo público), y gracias a Ipostel (porque a veces funciona), casi siempre son recibidas, claro, más de 1 mes después de que uno llega y ya ha echado todos los detalles del cuento del viaje. Envío las postales cuando me acuerdo de la dirección de mi familia y de mis amigos. Siempre me digo que voy a tener una libretica con todos los datos de todos pero nunca me pongo a hacer las anotaciones.
Creo que la afición de mandar postales es porque me encantan las estampillas. Detesto cuando los funcionarios de los correos se empeñan en poner el sello. Trato de encontrar estampillas porque me dicen mucho del lugar...
Esta postal llamada "kurukshetra" me la mandó mi hermana, la más fanática "enviadora" de postales que conozco, desde la India donde estuvo durante meses en el año 2001. Una muestra de Bollywood, la industria de cine más grande del mundo. La de abajo es Roskilde en Dinamarca, el superfestival de música.

Así como me emociona enviarlas me encanta recibirlas. Cuando me llega una postal la pego en la nevera y allí se queda hasta que es reemplazada por otra.
Lo único malo de las postales es que el texto queda al descubierto y si ocurre como en mi caso, que vivo en un lugar donde no hay buzón sino un conserje curioso que se encarga de repartir la correspondencia, se enteran más rápido. El Sr. José, pues, lo sabe todo y, lo más loco, te hace saber que sabe...ya me da risa. "Sarita, cómo te fue en Lisboa? Muy nostálgica la ciudad no?", preguntó poco después de que mi novio recibiera una postal que le enviara desde la efectivamente nostálgica Lisboa.
Pero las postales no siempre llegan. Una vez mi amiga Ana hizo un experimento: envió distintas postales (no recuerdo ahora si eran cartas o postales) a 5 amigas en distintas zonas de la capital y creo que sólo llegó una que había enviado también a Alemania. Esto es muy raro considerando que yo he recibido en Chacao postales procedentes de India y Vietnam. Otra cosa: Las postales parecen ser exclusividad de las mujeres. Pocas veces he visto hombres, por lo menos venezolanos, enviando postales. Tal vez me equivoco pero la gran mayoría de las que me llegan son de mujeres, amigas, primas y hermana.
Estas son varias de las postales que me han llegado en los últimos 12 años. Las guardo como tesoro...

Las de abajo fueron enviadas por mis queridas Roselys en 1995 desde Firenze, por Argelia en 2007 desde Laos y por Alejandrita desde Paris en 1999 cuando ni siquiera se imaginaba que se quedaría allí...















La de arriba es la de Argelia desde Laos, la de la señora con el super tabaco y el ¿látigo?




La de arriba, con la letra bonita es de Roselys...

La de la izquierda es la de Alejandra de París...



La de la derecha también es de Roskilde 2006

2 comentarios:

Pedro Pablo Peñaloza dijo...

Todos los que admiramos la pluma y el verbo de nuestra querida Sarita Carolina Diaz debemos celebrar la aparicion de este blog, muestra rotunda de la calidad periodistica y literaria de su autora. En medio de este gigantesco oceano tempestuoso que es la blogosfera, Sarita nos regala un remanso de paz que es una dicha para nuestros sentidos... Enhorabuena, Sarita, sigue adelante y no desmayes en un intento de demostrar que el periodismo y la literatura nacieron para latir dentro de un mismo corazon de mujer...

Benedetto dijo...

¡ Buenas noches !


Me hago eco, desde el cansancio de un dìa agitado y de lucha; de las acertadas (y benèvolas) lìneas de "Pedro Pablo".

Si; retomando tus lìneas, hay hombres que tambien (incluyèndome) pensamos que en el escrito del reverso de la postal tambièn hay espìritu.

Todavìa queda el encanto de pararse en un tarantìn; adquirir un grupete de cartulinas, y darle rienda suelta a la emociòn contando como es el paìs que se visita; como es la gente con la que se ha convivido; como sabe la comida.

Aromas, escencias, colores. Emociones que uno busca, la otra persona intuya en la base de esas grafìas color azul; de esas grafìas color negro.

Celebro este espacio; ojalà te animes en algùn momento a actualizarlo.

Mientras; lo pondrè en "Mis Favoritos". ¡ Por sia !



;-) Baciotto.