lunes, 20 de febrero de 2012

3 errores comunes de la misa

Soy una agnóstica rara: disfruto y comulgo con las misas de la Iglesia Católica. Creo que si mejoraran ciertos aspectos de las misas la fuga de feligreses/fieles a otras iglesias, como la evangélica, sería menos masiva. No pretendo discutir los dogmas y las visiones superconservadoras del catolicismo, como el rechazo a la bisexualidad (condenable de entrada) solo quiero mencionar los principales errores que se cometen en ese lazo primario entre los sacerdotes y los fieles, sobre todo los que nacieron después de los años 60.

Sacerdotes del mundo consideren estos 3 errores comunes en las misas:

1.- El mal sonido de siempre: A estas alturas, con tanta tecnología, no se justifica que exista ese eco desagradable que golpea los oídos y que hace inentendible la misa. La voz del sacerdote se distorsiona y se oye un doble eco pesado que aburre. Así es difícil llegar contento a la Primera Lectura.

2.- Regañar a la feligresía: ¿Los padres, curas, sacerdotes, aun no han aprendido que regañar espanta a los que asisten a misa? Lo peor es ver a un padre joven "jalando" las orejas y pontificando. ¡Hay maneras! Pero debo decir que he visto sacerdotes mayores muy carismáticos que se ganan a la audiencia de entrada con sentido del humor y ganas. Esos son los mejores pero son muy pocos, para pesar de los que queremos ir a misa. La interactividad debería ser el evangelio de los padres que quieren ganar seguidores. Más amor y menos regaños en el sermón dominical.

3.- Extenderse en la homilía: En este mundo tan ocupado la iglesia católica debería ordenar que las homilías (esa parte donde el padre comenta el evangelio) no duren más de 20 minutos. La otra vez fui a una misa donde el sacerdote habló durante 31 minutos! regañando, y con mal sonido!

Entonces, tres mandamientos a incorporar en la misa: buen sonido, cero regaño y sermones concisos.

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